Bailar es resistir.
Esto ya
se dijo, no lo inventamos nosotras. Aunque, de la fuerza subversiva del
baile a su absorción e instrumentalización hay, por ejemplo, el
capitalismo.
Bailar mal, es decir, sin el peso del código espacio, sea cual
sea, desde tu casa hasta la discoteca. Bailar patoso, desligado, bobo,
privado, como Gillian Wearing en medio del supermercado. Bailar en busca
del trance como el “toque de santos”, las ceremonias de santería en
Cuba o de sanación como el origen de la danza de la Tarantela en Italia.
Bailar con cualquier parte del cuerpo, desde lo minúsculo, como las
manos de Yvonne Rainer, hasta lo hiperbólico.
Llegar al trance.
Bailar solx con la consciencia envolvente de la comunidad, de ser un
individuo colectivo. Pensar la danza como algo inmanente a lo humano,
presente en la historia de la humanidad, desde el ritmo de los ritos
ancestrales, pasando por los mantras de la espiritualidad, hasta llegar a
los límites de la jarana más descontrolada. Para encontrarte a ti mismx
y a tu comunidad, encontrar la nada en el trance. Encontrar la libertad
en tu cuerpo trancero.
Nenazas propone para las Jornadas Mutantes un espacio en
suspensión, de posibilidad, de baile y trance. Un lugar donde poder
dirigirse hacia la nada. Donde poder expandir el cuerpo hacia los demás y
permanecer en unx mismx. Donde los códigos sociales con los que
normalmente nos regimos queden suspendidos en el momento del baile. Caos
y libertad. Brujería y trance. Cruzar la frontera entre lo
preestablecido y lo indefinido.
Con todos estos propósitos y aun sin saber qué coño va a
ocurrir, proponemos una sesión de ocho horas de música y baile que, a
saber, actúe como un espacio paralelo donde desaparecer, perderse o
encontrarse. Porque, de hecho, lo que ocurra dentro a nosotras poco nos
atañe.
Bailar es resistir.
Repositorio:
http://bailarmal.wordpress.com/
ESPACIO ABIERTO EL VIERNES VEINTIOCHO DE NOVIEMBRE DE DOSMILCATORCE DE SEIS DE LA TARDE A UNA DE LA MADRUGADA.